- El artista neoyorkino, con 61 años en México, recibió un reconocimiento
- La directora general del INBA agradeció su “pasión y generosidad”
- Es un artista libre y su obra está destinada a verse y reflexionarse, coinciden
El artista neoyorkino Philip F. Bragar (1925), radicado en México desde 1954, recibió un reconocimiento por su destacada trayectoria en las artes plásticas y por su 90 aniversario de vida, en un acto realizado en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes la noche del miércoles pasado.
Cuando el artista, precursor del Movimiento de Ruptura en México, apareció en el escenario de la Sala Ponce, el público –como pocas veces se ha visto-- lo recibió de pie y con un largo aplauso que se prolongó por varios minutos, ante la mirada atónita del artista quien sólo acertaba a agradecer el recibimiento.
Y es que, Phillip Bragar, desde que llegó a México en 1954, se incorporó al panorama cultural nacional desde la práctica de la pintura, la escultura, el dibujo y la gráfica, pero también desde la docencia y la academia, principalmente acompañando a las nuevas generaciones, lo que lo ha convertido en un ícono y en una guía en el contexto de las artes visuales en México.
En el homenaje, la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Cristina García Cepeda, le hizo entrega de un reconocimiento, a nombre de Conaculta y el INBA, por su trayectoria que ha contribuido al desarrollo y a la enseñanza de las artes plásticas en México, dijo.
“Es un privilegio estar aquí y agradecer esa pasión, esa generosidad de venir a México y enriquecer la vida cultural de nuestro país”, expresó la titular del INBA ante un público formado por amigos, colegas, familiares y muchos jóvenes que vitorearon y aplaudieron al artista en todo momento.
Luego, el artista estadunidense, con sus 90 vigorosos años, tomó el micrófono y sin perder el clásico tono estadunidense, expresó: “Para mí es un gran honor que estén aquí. Tengo años trabajando en México. Cuando vine por primera vez pensé: ‘un día voy a regresar para dedicar mi vida a dibujar y pintar (…) el paisaje fantástico de este país’. Esa fue una de las razones por las que vine aquí a trabajar.
“Además, me cayó bien la gente, y la gente de aquí me ha tratado siempre muy bien y por eso estoy muy, muy agradecido. Gracias, muchas gracias les doy, con todo mi corazón”.
Al inicio del acto, el presidente de Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, hizo un agradecimiento a Philip Bragar. “La presencia de amigos y familiares de toda la vida en esta celebración habla de que Philip Bragar ha sabido construir una trayectoria y sobre todo un afecto en el a veces complejo mundo de la artes visuales”.
Su presencia es muy arraigada a México –agregó-- y sus 61 años viviendo aquí le han hecho comprender y ver dimensiones de nuestro país y de nuestra cultura que muchas veces no están al alcance de muchos que han abierto los ojos aquí.
En el acto, y con la moderación de Magdalena Zavala, coordinadora nacional de Artes Visuales del INBA, Eloy Tarsicio se refirió a la relación que Philip Bragar estableció con el arte mexicano y dijo que a su llegada a México no se “instaló” sino que viajó por todo el país y se dejó influenciar por su entorno para después plasmarlo en su obra.
Señaló que a partir de una visión propia y desde la figuración y el realismo, Bragar hizo su lucha para establecer una posición y una visión propia que lo hacen un artista complejo y completo. “Su obra es una obra destinada a verse, a pensarse y reflexionarse”, expuso.
Finalmente, Aldo Flores, fundador de la galería Salón Dés Aztecas, consideró que el homenajeado es un artista ajeno al mercado, porque no le interesa el arte como mercancía, pero tampoco es un artista exclusivo de museos. “Philip, a sus 90 años, es un artista que dice que lo quiere decir a quien se lo quiere decir, sin importar si vende”.
Se trata –concluyó— de un artista libre cuya herencia es esa: la libertad para expresar, y eso es una herencia que hay que disfrutar y valorar.
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