- Poética de la infancia, los niños en el arte se exhibe en el Museo Nacional de San Carlos
- Integrada por 73 piezas, la muestra podrá ser visitada hasta el 27 de septiembre de 2015
Un retrato de Dolores del Río de aproximadamente diez años de edad realizado en 1914 por Alfredo Ramos Martínez, así como obras poco conocidas de Joaquín Sorolla, forman parte de la exposición Poética de la infancia, los niños en el arte, que será inaugurada el sábado 23 de mayo a las 12:00 horas en el Museo Nacional de San Carlos.
Se trata de la primera muestra internacional del año que se presenta en el museo del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). La curaduría corrió a cargo de Manuel Crespo, del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana, y de Jazmín Mondragón, curadora del Museo Nacional de San Carlos.
De las 73 obras que conforman la exhibición –realizadas entre los siglos XVI y XX–, 36 pertenecen al recinto cubano, 25 al Museo Nacional de San Carlos, 11 a coleccionistas privados y una al Museo Nacional de Arte, también del INBA.
“Un niño siempre conmueve. Este ha sido un tema muy noble a lo largo de la historia del arte”, dijo Carmen Gaitán, directora del Museo Nacional de San Carlos, durante un recorrido previo a la apertura de la muestra, y agregó que una peculiaridad de esta exposición es que algunos cuadros se colocaron debajo del nivel habitual, para que los niños puedan apreciarlos.
Piezas de Germán Gedovius, Federico de Madrazo, Eugenio Lucas, Ten Kate y Pelegrín Clavé, entre otros importantes artistas plásticos, integran la muestra, la cual está dividida en cinco núcleos.
En el primer apartado, La familia, se exponen obras del romanticismo, así como un anónimo del siglo XVII (del acervo del Museo Nacional de San Carlos), copia de una pintura de Rubens en la que retrató a una familia compuesta.
Los juegos es el siguiente núcleo, en el que se puede apreciar La niña con uvas (1905) de Joaquín Sorolla, donde el pintor español experimentó con el color y la luz.
En Las primeras enseñanzas se incluyen obras que abordan el tema de la educación. En un cuadro costumbrista perteneciente al romanticismo alemán se observa a una mujer mientras prepara a sus hijos para ir a la escuela.
Los retratos es una vertiente muy importante que da testimonio del estatus social y el linaje de los que proviene la persona plasmada en la obra. Aquí se pueden ver cuadros del siglo XIX y XX, como el retrato de Ana Phillips por Pelegrín Clavé; una pieza de Germán Gedovius perteneciente al realismo romántico, donde se idealiza a la gente y se muestran los valores de la infancia de aquella época, y la obra más antigua de la muestra (de la colección del Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana): El conde Trissino de Pordenone, que data de 1515.
Menores que trabajan o que no cuentan con privilegios se aprecian en Fin de la infancia, núcleo que incluye obras del realismo impresionista.
La exposición finaliza en la sala lúdica, donde hay impresiones de 23 detalles que aparecen en los cuadros, para que los niños los identifiquen, así como reproducciones de juguetes del siglo XIX: un arca de Noé con sus parejas de animales, muñecas de porcelana, muñecas recortables de papel y disfraces, entre otros objetos.
En este espacio, los pequeños podrán hacer un dibujo con pintura digital en una gran mampara, elaborar mascotas con plastilina y comparar su mirada y su sonrisa, ante un espejo, con las que aparecen en las reproducciones de algunas de las obras expuestas.
Poética de la infancia, los niños en el arte se presenta en la sala de exposiciones temporales del Museo Nacional de San Carlos hasta el 27 de septiembre de 2015.
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