Reportaje “Ballenas en Baja California Sur”.

Baja California Sur cada año recibe a los animales más impresionantes del mundo, en estos se encuentran las ballenas, las cuales conforman la familia de los balénidos o de las ballenas barbadas, están clasificadas en cuatro especies, y divididas en dos géneros “Balaena y Eubalaena”, estos cetáceos pueden llegar a medir entre 25 y 32 metros, y los ejemplares más grandes pueden llegar a pesar hasta 180 toneladas.

Según Hector Pérez Cortés, subdelegado de Gestión Ambiental de la Semarnat en Baja California Sur, comenta que la actividad de avistamiento de ballenas inició a nivel nacional en el estado de Baja California Sur, principalmente con la ballena gris en las localidades de Ojo de Liebre, San Ignacio y Bahía Magdalena, y de ahí se ha extendido a otras localidades y con otras especies que también visitan aguas mexicanas como la ballena jorobada en Los Cabos y la ballena azul que se observa en Loreto.

Las ballenas habitan en todos los océanos, se desplazan en largos viajes, migrando desde los mares fríos, a los más cálidos, la migración de estos mamíferos marinos es una de las más importantes de su ciclo biológico para sobrevivir; cabe destacar, que es uno de los espectáculos favoritos para los visitantes, ya que algunas facilitan su interacción, por ser de carácter sosegado y amistoso así mismo, se cree que el primer contacto gentil entre un individuo y una ballena, ocurrió en el año 1977, por otro lado han determinado las áreas de observación de ballenas y las zonas restringidas.

Además de ser de los animales más grandes que existen, las ballenas son expertas viajeras, llevan más de 60 millones de años recorriendo los océanos del planeta, año con año conforme se acerca el invierno, alrededor de 32 especies de ballenas como:

Las ballenas jorobadas; se alimentan de pequeños crustáceos, mejor conocidos como krill; suele devorar alrededor de 1.500 kilos por día, pues gracias a los pliegues de su garganta, tragan grandes volúmenes de agua que, tras expulsarla, atrapan su alimento para ingerirlo inmediatamente, cabe destacar que estos mamíferos son demasiado inteligentes en cuanto a las técnicas de caza, ya que, logran coordinarse para girar debajo de los bancos de peces y a su vez, expulsar burbujas de aire con las que puedan atrapar al mayor número de especies posibles, Uno de los comportamientos más interesantes es su “canto” y con el paso de los años, científicos han descubierto que estos mamíferos producen sonidos que duran de 10 a 20 minutos, mismos que facilitan su localización.

Las ballenas grises, son conocidas como “La Ballena Mexicana”, después dejan el mar que los vio nacer sin olvidar su origen, actualmente llegan al estado más de 3,000, y nacen entre 1500 y 2000, la ballena gris es de carácter pacífico y amistoso, es por eso que facilita su interacción.

La ballena azul puede nadar a una velocidad de más de 50 kilómetros por hora, viajando desde el Golfo de Alaska, donde se han encontrado ejemplares de hasta de 30 metros con un peso de más de 120 toneladas; en cuanto a las crías, suelen medir aproximadamente ocho metros y se alimentan de leche materna, ingiriendo entre 100 y 150 litros de leche por día, algo impresionante de esta, es que el tamaño del corazón se iguala al tamaño de un carro, y el de su lengua al tamaño y peso de un elefanta, esta especie se encuentra sujeto a protección de acuerdo con la norma mexicana NOM 059-SEMARNAT-2019, por lo que el Parque Nacional Bahía de Loreto (su bahía e islas) cuentan con un permiso único expedido por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales para que los turistas de todo el mundo puedan disfrutar de esta extraordinaria actividad.

Estos increíbles mamíferos, llegan a la Península a través de la alimentación, el apareamiento y la crianza, la temporada oficial de avistamiento, después de casi doce meses de gestación, dan a luz a una cría, por lo general lo hacen cada dos o tres años, las hembras no se separan de sus crías entre los seis meses y un año de edad, durante este tiempo los ballenatos aprenden las rutas de migración hacia los lugares de alimentación, y cuya vida está en torno a los 80 años.

Cabe destacar, que estas realizan la migración necesaria para sobrevivir, desde el Ártico emprenden su recorrido a través de las costas de Alaska, pasando por Canadá, el norte de Estados Unidos y California, hasta México, viajan alrededor de 22 mil kilómetros ida y vuelta, posteriormente el avistamiento de estos increíbles mamíferos, ocurre aproximadamente del 15 de Diciembre al 15 de Abril, este gentil gigante llega a las cuatro áreas de la península de Baja California Sur, se convierte en el refugio de decenas de ejemplares de estos emblemáticos cetáceos.