“Para unos 463 millones de niñas y niños cuyas escuelas cerraron a causa del COVID-19, la educación a distancia no ha existido”, afirmó Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF. “La gran cantidad de niños que debieron interrumpir por completo sus estudios durante meses representa una emergencia mundial en materia de educación. Las repercusiones sobre las economías y las sociedades pueden durar décadas”.
En el momento más álgido de los confinamientos nacionales y locales, casi 1,500 millones de niños se vieron afectados por el cierre de las escuelas. El informe The Remote Learning Reachability (“La accesibilidad de la educación a distancia”) revela las limitaciones de la educación en este formato y las graves desigualdades en el acceso.
El informe incluye un análisis representativo a nivel mundial acerca de la disponibilidad de la tecnología y las herramientas necesarias para estudiar a distancia en los hogares de los niños en edad escolar de los niveles preescolar, primaria, y primer y segundo ciclo de secundaria, y comprende datos procedentes de 100 países. Los datos hacen referencia al acceso a la televisión, la radio e internet, así como a la disponibilidad de planes de estudios distribuidos a través de esas plataformas durante el cierre de las escuelas.
Según datos de la ENCAA 2018, en México, 257,146 niñas, niños y adolescentes (1.08% de la población de entre 7 y 17 años) no tiene acceso a televisión (4.47%), a radio (54.72%), ni a internet (24.84%), por lo que no pueden estudiar a distancia.
Si bien las cifras del informe presentan un panorama alarmante por la falta de educación a distancia durante el cierre de las escuelas, UNICEF advierte que es probable que la situación sea aún peor. Incluso en los casos en que los niños cuentan con la tecnología y las herramientas necesarias en su hogar, no siempre pueden estudiar a distancia a través de esas plataformas debido a otros factores que se lo impiden, como la presión para realizar tareas en el hogar, la obligación de trabajar, la precariedad de su entorno de aprendizaje y la falta de ayuda para utilizar los planes de estudio por internet o por medios audiovisuales.
En México, de acuerdo con la encuesta ENCOVID-19, el 78.6% de las personas reportaron haber tenido dificultades para continuar con la educación de niñas, niños y adolescentes en casa, por alguna de las siguientes razones: 48.5% por falta de computadora e internet, 31.4% por falta de apoyo por parte de las y los maestros, 21.1% por distracción de los niños y las niñas, 17.1% por falta de conocimientos, 14.9% por falta de libros y/o material didáctico.
En el informe The Remote Learning Reachability se subraya una notable desigualdad entre regiones. Los niños en edad escolar procedentes de África Subsahariana son los más afectados, tal y como demuestra el hecho de que la mitad del total de estudiantes de esta región no dispone de medios para estudiar a distancia.
En México, los estados de Chiapas (11.09%), Tabasco (24.76%), Hidalgo (27.23%) y Oaxaca (27.56%) son los que presentan los menores porcentajes de conectividad a internet de niñas, niños y adolescentes (ENCAA 2018).
Región | Porcentaje mínimo de niños en edad escolar sin acceso a la educación a distancia (%) | Cifra mínima de niños en edad escolar sin acceso a la educación a distancia |
África Oriental y Meridional | 49% | 67 millones |
África Occidental y Central | 48% | 54 millones |
Asia Oriental y el Pacífico | 20% | 80 millones |
Oriente Medio y Norte de África | 40% | 37 millones |
Asia Meridional | 38% | 147 millones |
Europa Oriental y Asia Central | 34% | 25 millones |
América Latina y el Caribe | 9% | 13 millones |
Mundial | 31% | 463 millones |
Asimismo, el informe señala que niñas y niños en edad escolar procedentes de los hogares más pobres y zonas rurales son, con diferencia, los que más probabilidades tienen de quedarse rezagados durante el cierre de las escuelas. A nivel mundial, el 72% de los niños en edad escolar que carecen de acceso a la educación a distancia viven en los hogares más pobres de sus países. En los países de ingresos medianos-altos, los niños en edad escolar de los hogares más pobres representan hasta un 86% de los estudiantes que no disponen de acceso a la educación a distancia. En todo el mundo, tres cuartas partes de los niños en edad escolar sin acceso a esta modalidad de educación viven en zonas rurales.
En el informe también se ponen de relieve las diferencias en los índices de acceso según el grupo de edad; por ejemplo, los estudiantes más jóvenes tienen menos probabilidades de acceder a la educación a distancia durante los años más importantes de su aprendizaje y su desarrollo:
Alrededor del 70% de los niños en edad preescolar (120 millones de niños) no pueden acceder a la educación a distancia, debido en gran parte a los obstáculos y las limitaciones de este tipo de educación para los niños más jóvenes, la falta de programas de educación a distancia para este nivel educativo, así como la ausencia de materiales para esta modalidad de aprendizaje en el hogar.
Al menos el 29% de los niños en edad de asistir a la escuela primaria (217 millones de estudiantes) carecen de acceso a la educación a distancia, al igual que cerca del 24% de los niños del primer ciclo de secundaria (78 millones).
Los niños en edad de asistir al segundo ciclo de secundaria fueron los menos afectados por la falta de acceso a la educación a distancia: alrededor de un 18% de ellos (48 millones de niños en edad escolar) no contaron con los recursos tecnológicos necesarios para acceder a esta modalidad de aprendizaje.
UNICEF hace un llamado a los gobiernos a otorgar prioridad a la reapertura de las escuelas en condiciones de seguridad cuando se empiecen a suavizar las restricciones de los confinamientos. En los casos en los que la reapertura no sea posible, UNICEF anima a los gobiernos a incorporar el aprendizaje compensatorio por tiempo de instrucción perdido en los planes de reapertura y continuidad escolar. Asimismo, las prácticas y políticas de apertura de las escuelas deben incluir la ampliación del acceso a la educación, por ejemplo, con la modalidad a distancia, sobre todo para los grupos marginados. Además, los sistemas educativos deben adaptarse y diseñarse de manera que puedan soportar futuras crisis.
El
Marco para la Reapertura de las Escuelas de UNICEF, publicado conjuntamente con la UNESCO, ACNUR, el PMA y el Banco Mundial, ofrece orientaciones prácticas para las autoridades nacionales y locales. Las directrices se centran en la reforma de políticas; los requisitos de financiación; la seguridad de las operaciones; el aprendizaje compensatorio; el bienestar y la protección, así como en llegar a los niños más marginados.
Como parte de su campaña
Reimaginar, dirigida a impedir que la pandemia de COVID-19 termine convirtiéndose en una crisis prolongada para los niños, sobre todo los más pobres y vulnerables, UNICEF llama a realizar inversiones urgentes para cerrar la brecha digital, facilitar la educación a distancia para cada niño y, lo más importante, priorizar la reapertura de las escuelas en condiciones de seguridad.
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