Al menos 20,700 personas han tenido que desplazarse de sus hogares desde que comenzó la operación para retomar Mosul el pasado 17 de octubre. UNICEF calcula que 9,700 de estas personas, son niños y niñas que necesitan ayuda urgente.
A medida que las familias, los niños y las niñas van llegando a los puestos de control, UNICEF está ahí para atenderlos.
“He conocido a madres e hijos que estaban tan aliviados de haber salido vivos; era evidente que habían sufrido tanto”, dijo Pernille Ironside, jefa de operaciones de UNICEF en Irak, recién llegada de visitar el puesto de control en Nargizlia.
Muchos de ellos llegan cubiertos de polvo, agotados y se sienten inseguros sobre lo que les sucederá después. Algunos llegan descalzos.
UNICEF se ha acercado a las familias para ver las condiciones en las que llegan los niños y las niñas, y para saber si falta alguno de ellos.
A la llegada, las familias reciben agua limpia para beber y alimentos con suplementos nutricionales para los más pequeños.
Un equipo de cuatro personas del gobierno local, apoyado por UNICEF, se ocupa de vacunar inmediatamente a los niños de entre 6 meses y 15 años de edad contra la polio y el sarampión. Para muchos, esta es la primera vez que son vacunados desde hace dos años.
Las familias pueden quedarse hasta medio día en el punto de control antes de ser trasladados a un campamento de emergencia, en donde se les asigna a un albergue. Allí, UNICEF se asegura de que haya agua potable, regaderas y letrinas limpias disponibles.
UNICEF examina a los niños para conocer su estado nutricional y para que reciban el tratamiento adecuado a sus necesidades. Un equipo móvil de UNICEF ofrece, además, atención psicosocial a los niños y a las niñas.
Adicionalmente, UNICEF está preparando espacios temporales para la enseñanza y para que los niños y niñas puedan jugar en los campos.
Muchas personas han huido y están en campamenstos de refugiados, pero otras han decidido quedarse en sus pueblos que han sido retomados. UNICEF está adaptando su respuesta en emergencia para llegar a todas las poblaciones que necesitan ayuda.
En Octubre, UNICEF entregó agua embotellada y suministros de higiene a más de 1,500 familias, y vacunó contra la polio a los niños y las niñas en dos comunidades recién retomadas.
Las condiciones de vida de las familias y los niños, tanto los desplazados como los que se han quedado en estas comunidades, son muy precarias. Las familias necesitan urgentemente agua potable y otros suministros esenciales.
“Mientras la situación continua extendiéndose, es importante que sigamos siendo muy ágiles y que adaptemos nuestra respuesta de forma que podamos ofrecer el mejor apoyo posible a las familias y a los niños que ya han sufrido tanto en estos últimos años”, concluyó Ironside.
Los niños de Mosul son parte de los 250 millones de niños que viven en países en conflictos armados. Ellos son las víctimas más indefensas y más inocentes de las emergencias. Hay niños que están creciendo entre escombros, destrucción y miedo. Las consecuencias para sus vidas son devastadoras y, lo que es peor, si no actuamos rápidamente los efectos pueden ser irreversibles. Para ayudar a la respuesta de UNICEF en esta emergencia visite:http://bit.ly/2cBdzB1
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