Sin embargo, la experiencia que brindan aún tiene áreas de mejora, específicamente en la seguridad y confianza de las personas que las utilizan. Un estudio reciente de Kaspersky confirma que 65% de las personas teme ser estafada, aunque solo 15% vivió experiencias como la que narra el popular documental ‘El Estafador de Tinder’.
Otro dato revelador del mismo estudio tiene que ver con la pandemia por COVID-19. Ya que 47% de las personas encuestadas en Latinoamérica preferiría salir solo con personas vacunadas*. Apps como Bumble ya incluyen en el formulario datos como preferir salidas al aire libre o en espacios cerrados o qué tan dispuestas están las citas a utilizar cubrebocas.
En frog*, consultora líder en diseño e innovación estratégica, trabajamos con este tipo de insights para mejorar la experiencia de las personas al interactuar con productos o servicios físicos y digitales.
En el caso de las apps de citas, es fundamental comprender el comportamiento y expectativas de quienes buscan conectar en apps.
Esta es nuestra perspectiva sobre cómo podrían mejorar, con base en los principios del diseño centrado en las personas.
1. Poner a las personas en el centro significa entenderlas
Es importante conocer a las personas usuarias a profundidad, así como entender sus necesidades y malestares al interactuar con el servicio, para saber hacia dónde debe evolucionar la oferta de una app de citas. Por ejemplo, el estudio de Kaspersky nos dice que el 72% prefiere tener una videollamada con la persona antes de conocerla, lo que quiere decir que facilitar esto de manera segura podría convertirse en una ventaja competitiva.
Entender las necesidades de quienes usan las apps de citas puede abrir la puerta a crear mayor valor a largo plazo, y permitirá pulir una experiencia de usuario significativa para la audiencia objetivo.
2. Monitorear la calidad y percepción de la experiencia
Es importante saber cómo se sienten las personas al interactuar con las apps de citas. Muchas manifiestan desconfianza, pero según el estudio, la mayoría las usa para conocer y conectar con otras personas. Al entender esto, las apps deben diseñar una experiencia que de principio a fin acote los factores de temor y facilite a las personas encontrar lo que buscan. Es importante tener en cuenta que la experiencia de usuario (mejor conocida por sus siglas en inglés, UX) siempre debe conducir las decisiones tecnológicas.
3. Probar y aprender una y otra vez
Si la app ya fue lanzada, someterla a pruebas constantes es clave para poder encontrar nuevos aprendizajes, así como datos cualitativos y cuantitativos necesarios para desarrollar mejoras pertinentes. Las pruebas validan si un producto va en el camino correcto, y ayuda a que los responsables de diseñar nuevas funcionalidades tengan puntos confiables para crear una oferta de valor en línea con lo que desean las audiencias.
El futuro de las citas recae en el terreno digital y la pandemia lo dejó muy claro. El 2020 fue el año más agitado para Tinder* y los datos revelan que las personas buscan conexiones reales y no solo un match efímero, así que los responsables de diseñar estos productos digitales deberán prestar mayor atención a estos cambios y poner en el centro a las personas que las utilizan si desean ganar terreno mediante mejores experiencias.
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