Por Alejandra Muciño
El
uso del uniforme en México tiene influencia europea, en donde las órdenes
religiosas comenzaron a utilizarlo para distinguirse entre ellas;
posteriormente dichas órdenes decidieron implementar las mismas vestimentas en
sus escuelas, con el fin no sólo de distinguirse sino también de eliminar la
visibilidad de las diferencias de clase entre los alumnos.
En México
el presidente Lázaro Cárdenas introdujo el uso del uniforme escolar en el año
de 1934, tomando la idea de los países socialistas; de hecho durante su mandato
se modificó el artículo 3º de la Constitución Mexicana para establecer que la
educación en el país fuera socialista.
Pero
fue hasta la década de los años 60 cuando el uso del uniforme se popularizó en
México; y a finales de los 80 dejó de ser obligatorio, aunque la SEP recomienda
su uso y hasta ahora se ha mantenido de forma homogénea.
En
cuanto a las escuelas públicas, la SEP estipula que el uniforme tampoco es
obligatorio, que el modelo que elija la institución deber ser vigente por al
menos cinco años, y que los padres de los alumnos pueden comprarlo en donde
ellos decidan.
Desde
2019, la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum informó que los uniformes serían
neutros, es decir que el pantalón no es exclusivo para los niños ni la falda
para las niñas. Esto desató muchas opiniones a favor y en contra, pues algunos
piensan que las niñas podrían tener mayor comodidad usando pantalón, pero otros
más se enfocan en imaginar niños con falta y les resulta inaceptable.
Existen
diferentes posturas acerca del uso del uniforme, pues se supone que genera un
ahorro a los padres para no gastar en ropa para ir a la escuela, pero la
mayoría de los niños al llegar a casa se cambian de ropa, por lo que representa
doble gasto en este aspecto. También se menciona que es para eliminar la
desigualdad entre alumnos, pero algunos de ellos cuentan con dos o tres
uniformes mientras otros sólo con uno, por lo que el desgaste de cada uniforme será diferente y por tanto
se notará alguna diferencia entre los alumnos. Otro punto en cuanto a la
utilidad de los uniformes es el poder distinguir a los niños dentro y fuera de la escuela para mayor
seguridad, aunque a algunos esto mismo les parece más inseguro.
Además,
para este ciclo que acaba de comenzar en 2022, la SEP informó que los niños
tendrán también la libertad de decidir cómo llevar su cabello, pues antes los
niños debían tener pelo corto, las niñas llevarlo amarrado y ninguno de ellos
podía llevarlo pintado.
Así
que ahora quizá veamos por las calles niños con falda y cabello verde, o
simplemente niñas cómodas con pantalón y a todos con el cabello como más les
plazca y los haga sentir a gusto.
Y tú, ¿qué opinas del uso del uniforme y de todos los cambios que van surgiendo en la actualidad al respecto?
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