- Enfrentamos una época donde ver oportunidades en lugar de problemas es clave para salir adelante
- Es tiempo de pensar afuera de la caja, de implementar nuevas tácticas operativas
“Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”, Charles Darwin.
La pandemia por Covid-19 nos tomó desprevenidos, sin un plan de contingencia o contención de crisis. Las cafeterías, como centros de reunión y de trabajo, fueron de los primeros negocios en verse afectados.
El impacto por el nuevo coronavirus no ha sido igual para todas las cafeterías. Algunas percibieron la baja en ventas, otras vieron la oportunidad de seguir operando bajo esquemas de servicio que antes no ofrecían, o que habían explotado muy poco, y unas cuantas más fueron obligadas a cerrar.
Cerrar y no vender no necesariamente implica dejar de trabajar. Hay muchos puntos que pueden trabajarse a puerta cerrada: auditorías de procesos, optimización del flujo de tiempos y movimientos, el servicio al cliente, mejoras en la imagen, construcción de tu propia página web.
“Enfrentamos una época donde ver oportunidades en lugar de problemas es clave para salir avante. Los clientes ya acostumbrados a tomar un café de especialidad lo están solicitando de la misma manera para su domicilio. Sin embargo, algunos están prefiriendo pedir el café para preparárselo ellos mismos en casa. Esto ha provocado que la búsqueda en las redes de "cómo preparar un café perfecto" esté en aumento”, indicó Héctor García, director de operaciones en Café Etrusca.
La pandemia ha llegado para revolucionar el mundo, ejemplo de ello es que cafeterías con presencia en internet han tenido un incremento en sus ventas de hasta 250%.
“Es tiempo de pensar afuera de la caja, de atreverse a llegar más allá de los límites que aparentaba tener el negocio. Llegó el momento de implementar tácticas como el take away, delivery, drive thru y grab and go; así como comenzar a utilizar software que facilite los pagos en línea y los pagos rápidos sin dinero en efectivo, como los códigos QR”, explicó el experto.
Es indispensable retornar a las actividades con un protocolo de seguridad y salud adecuado a las disposiciones que las autoridades establezcan, así como a las necesidades del mismo negocio. Algunas recomendaciones son: establecer un número máximo de clientes a los que se les permitirá el ingreso, evitar las cartas o menús impresos y reducir las transacciones en efectivo, por mencionar algunas.
Adaptarse al cambio puede ser complejo, sobre todo al caer en el error de imitar el modo de actuar de alguien más. Cada negocio afronta circunstancias distintas, por lo tanto, la manera de reaccionar y accionar no debe ser la misma. La base del éxito es trabajo y esfuerzo. Para lograr resultados es necesario comprometerse con el equipo de trabajo y con los clientes; demostrar empatía y sensibilidad para ver el entorno como lo está viendo y viviendo el otro.