Después de estos meses, reabrimos nuestro espacio para recibirte con esta extraordinaria exposición y fotolibro terminados justo antes del inicio del periodo de confinamiento, y que, como una premonición de los tiempos que vivimos, reflexionan sobre la memoria y la resiliencia, nuestro tránsito por la vida a través de la metáfora de los nueve niveles del inframundo mexica.
"..Recuperar imágenes para ilustrar creativamente esa travesía que culmina en el Mitclán puede considerarse un acto de resiliencia, un gesto de recuperación lindando el exorcismo. Las imágenes sirven para hacernos pervivir, ya se indicó al principio; pero sirven también para contener nuestros terrores ancestrales: ”Cuando me asalta el pánico, invento una imagen” dijo Goethe.
En su oscuridad tenebrosa, esas placas negativas arrancadas al archivo nos hablan de ensoñaciones, pero también de pesadillas que evocan las tinieblas de la muerte, el sufrimiento y el dolor. La resiliencia nos permite sublimar el duelo y revertirlo. Las imágenes degenerativas se vuelven regenerativas. Y en su apariencia descorporizada, en sus carnes cortadas por vientos de obsidiana y en sus corazones devorados por jaguares, canjeamos la información de la sustancia por la biografía de la imagen. Una biografía cruzada de heridas y costuras poco diestras. En lugar de que una fotografía maltrecha devenga inútil y la desechemos, su función se transforma en un mensaje activo: la fotografía deteriorada sobrepasa su condición de mero objeto para actuar como gesto gráfico que desvela una transformación poderosa: la herida pasa de ser un trazo de oscuridad a ser una ventana de luz. La herida pasa a ser el lugar por donde entra la luz. Y las cicatrices nos resultan entonces hermosas porque en ellas reconocemos las andaduras que han curtido nuestra vida. De igual modo reconocemos hermosos surcos que abren la piel de las fotografías, pero que a nosotros han de abrirnos los ojos."
Joan Fontcuberta
CDMX, marzo de 2020
Fragmento del texto del libro Mictlán
El proyecto Mictlán, producido por Hydra, consiste en una exposición y un libro articulado según los nueve niveles del Inframundo.
La edición, desarrollada por INFRAMUNDO por Joan Fontcuberta con Ramón Pez y Ana Casas Broda, presenta un fotolibro innovador y excepcional, no solo por su propuesta conceptual sino también por el uso de materiales tradicionales, que culminarán en una edición especial “hecha a mano” que retiene todavía parte de aquella materialidad en trance de desaparecer.
“Mictlán" es una joya experimental que cristaliza en un original libro de artista, impreso en una edición firmada y limitada a 100 ejemplares. Se presenta en un estuche de amate y el cuerpo consta de nueve pliegos, cada uno con un tipo de papel diferente: kraft, mantequilla, revolución, educación, bond, estraza, mina gris, entre otros. El diseño gráfico ha corrido a cargo de Ramon Pez, que se ha superado en una de sus más brillantes realizaciones.”
Joan Fontcuberta
Además, el fotolibro incluye el ensayo MICTLÁN A Photographic Hauntology escrito especialmente para el libro por el autor.
Llévate uno de los últimos ejemplares de la edición hecha a mano. El precio de este libro irá incrementándose al reducirse el número de los ejemplares restantes del tiraje de 100, numerados y firmados.
También puedes adquirir una de las fotografías de la exposición o elegir del catálogo de las imágenes de esta extraordinaria serie que te ofrecemos a demanda.
MICTLÁN es un fotolibro publicado en edición especial por INFRAMUNDO, proyecto editorial de Hydra, por Ramon Pez y Ana Casas Broda, con la colaboración de Ricardo García Caballero.
El trabajo de Joan Fontcuberta se ha ocupado de las múltiples aristas de la fotografía como forma específica de experiencia que pone a prueba nuestra capacidad para atrapar la verdad y la memoria. Uno de los aspectos neurálgicos ha sido la materialidad de la imagen: ¿de qué están hechas las imágenes? ¿Cuál sería el grado cero de la escritura fotográfica?
En una época en que la tecnología digital desmaterializa las imágenes, me interesa salvar las ruinas de aquella substancia fotográfica a la que atribuíamos el poder alquímico de retener la vida mientras conjuraba el tiempo la muerte.
En muchos de sus proyectos recientes visita archivos y colecciones históricas a la búsqueda de imágenes en estado traumático, fotografías enfermas, agónicas, fotografías que sufren algún tipo de trastorno que perturba su función de documento y las inhabilita para seguir “habitando” el archivo. ¿Qué ocurre, podemos preguntarnos entonces, cuando una fotografía se “libera de su alma”? ¿Qué queda cuando una fotografía ya no señala una realidad hacia fuera de sí misma y solo queda el substrato, el residuo, apenas unas manchas de sustancias químicas sensibles a la luz? En ese momento la fotografía se convierte en fantasma.
En ciertas creencias los fantasmas son almas que no pueden ser recuperadas para el ciclo de la reencarnación porque mantienen alguna misión sin terminar. Tal vez esas fantasmagorías fotográficas siguen errantes a causa de su labor inconclusa, que era retener aquello que ha desaparecido.
Esta idea se adapta como anillo al dedo a la mitología mexica. Durante 2019 Joan Fontcuberta ha explorado los fondos de media docena archivos fotográficos mexicanos en Pachuca, Puebla y CDMX. Allí ha seleccionado imágenes deterioradas que todavía ilustran parcelas de la historia del país: la Revolución, los hitos dramáticos, las personalidades públicas, la vida social y familiar…
El conjunto de esos documentos abarca desde retratos de Zapata y fusilamientos hasta bodas y bautizos, y permite trazar poéticamente los caminos del Mictlán.
Coordinadora de exposiciones: Gabriela González Reyes
Montaje: Sexto Círculo Taller (Rocío Chávez Plascencia/Valentín Castelán)
Fondo sonoro: The Caretaker. Proyecto del músico electrónico James Leyland Kirby. Su trabajo bajo el pseudónimo de The Caretaker se ha caracterizado por explorar la memoria y su deterioro gradual, así como, la nostalgia y la melancolía a través de la deconstrucción sonora.